Pido churros para una persona. Tienen el detalle de hacérmelos en el momento ya que los que tienen me dicen que están templados. Son churros de rueda, no veo de patata. Me preguntan si quiero azúcar, les echan dentro del cartucho. La ración de churros cuesta 2 €, y es abundante y contundente. No son muy gruesos pero son de masa consistente, nada hueca. Están buenísimos. Me han gustado tanto como los del bar el Comercio.
Pregunto dónde puedo tomar los churros con el café y me dirigen al bar contiguo: Bar los niños, donde me pido un café (catunambú) con leche (1,20 €) y me siento en las mesas de fuera. En la gloria.
Otra foto de la churrería, más bonita que la mía, sacada de yelp.
Vaya maleducada que es la de los churros del postigo. No sé qué se cree..
ResponderEliminarLa semana pasada nos coló unos churros fríos y chiclosos.
Cuando he ido hoy a comprar otra vez y le he dicho lo de la semana pasada no ha tenido ni el detalle de disculparse. Y los de hoy poco más y me los tira a la cara.
Ha perdido unos clientes.
Habrá churros buenos en Sevilla...
Qué pena que hayas tenido esta experiencia!
ResponderEliminarYo sí que disfruté mi desayuno enormemente y mis churros estaban deliciosos, de los mejores de Sevilla!
Entiendo que la atención al público debe ser correcta, en mi caso lo fue.
Lástima que tu caso haya sido distinto!
Churros buenos hay varios en Sevilla, es cierto, pero para mí estos son especiales.
Saludos y gracias por tu participación en el blog!