Hay que venir aquí. Sí, así de categórica comienzo pero es que esta cafetería es muy muy especial. Aquí el café es arábica 100% y dependiendo de la época del año lo tienen de una procedencia u otra para exprimir al máximo su sabor. Por si fuera poco lo tuestan en el momento e incluso si se desea puede comprarse para llevar. Se encuentra además en el Paseo de las Delicias nº3.
Ahora el café que tienen procede de Etiopía. Me enseñan el grano y a simple vista tiene una diferencia visual abismal con respecto a los comerciales. Por su proceso de tueste resulta un café que no necesita azúcar, de echo lo sirven sin azucarillos y te animan a probarlo así, y yo, que ni loca me tomo un café sin azúcar, doy fé de que no lo necesita. Aún así para quien quiera disponen de azucareros junto a un cartel: "no me eches azúcar, ya soy lo suficientemente dulce".
Otra curiosidad es que pido un café descafeinado pero me dicen que su café tiene un 80-85% menos de cafeína con respecto los habituales, así que pido uno normal. Buenísimo.
Pido entonces un café con leche (1,80€) con un mollete entero de aceite y tomate. El desayuno completo cuesta 3,10 € y disponen de una tarjeta de fidelidad con la cual el décimo desayuno resulta gratis. Para la tostada tienen viena y mollete. Tengo que recalcar que esperaba en este lugar más calidad en el café que en la tostada y no, la tostada está muy buena también. El mollete muy rico y el aceite es de calidad, virgen extra y ecológico, de la provincia de Córdoba. Además el tomate está recién triturado.
Por dentro tienen una mesa para los portátiles, durante mi desayunos hay varias personas trabajando ahí.
Otra imagen del local:
Los domingos a partir de las 16.00.
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