Esta emblemática terraza se encuentra en la avenida de Menéndez Pelayo, próxima al Prado de San Sebastián. Ya había tenido una experiencia que no fue mala con los Hermanos Gómez, cuando desayuné en el Faro de Triana, en pleno puente (antes de que cambiase de propietarios). El lugar vuelve a se privilegiado y para días otoñales donde poder disfrutar del aire libre es una recomendable opción.
En esta ocasión desayuno acompañada y pedimos un colacao con una tostada entera de aceite y jamón: 2,0 €, (si hubiese sido media 1,50 €), y un café con leche con hielo y una tostada entera de aceite y tomate: 1,50€ (si fuese media 1,20€).
Barato es baratísimo y la terraza es muy agradable, hay mucha gente, pero tiene sus defectos:
- El pan está demasiado quemado
- No puedo ver si el aceite es de oliva virgen extra o no
- El jamón no es de los buenos, parece tipo sobre
- Hay palomas merodeando
Aún así reconozco que en general no está nada mal, por su ubicación, su terraza y su precio.
Más mesas:
Pizarra en el exterior:
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