Se trata de un clásico de la ciudad ubicado en el barrio del Arenal, en concreto en la calle Dos de Mayo, muy próximo a los fantásticos desayunos del Bodegón el Arco.
Inspirado en la corriente modernista de finales del XIX y principios del XX, tiene muy buen ambiente y esa magia que tienen algunos lugares que hace que te encuentres bien allí.
Tienen tres tipos de pan: romano, mollete e integral. Pido una tostada entera de aceite y tomate con un café con leche (BOU): 2,60 €. El desayuno está muy rico, son amables y se está genial allí, pero me parece un poco caro.
Local por dentro:Vistas del entorno.
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